Casualidades o no, este tipo de desgracias siempre se cierne sobre los países más pobres, allí donde la gente tiene menos recursos, y donde los gobiernos y las autoridades carecen de capacidad para hacer frente a situaciones de emergencia.
La realidad es que miles de personas han muerto y que muchas miles más están sin hogar, sin alimentos y sin poder cubrir sus necesidades básicas. Es el momento de la solidaridad, de dejar a un lado los protocolos y actuar rápidamente, porque esto es lo único que puede salvar muchas vidas. Es la hora de
Muchos ciudadanos de a pie nos preguntamos, ¿qué podemos hacer nosotros? ¿cómo podemos ayudar?. Cada cual que busque la manera de hacerlo, dentro de sus posibilidades. Se han articulado muchos canales de ayuda, a través de cuentas bancarias de ONG’s y otras entidades donde poder hacerlo.
Cuando pasen las urgencias, será la hora de la ayuda más importante, y que muchas veces queda olvidada. La de reconstruir el país y sus equipamientos básicos (escuelas, hospitales, etc...). Ahí también tendrán un papel importante las organizaciones solidarias de cooperación internacional, desde donde canalizar las ayudas de las administraciones locales, por ejemplo.
foto: El Periódico
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