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miércoles, 29 de octubre de 2014

Otro grave error


Interesante artículo publicado ayer en El Periódico por Joan Tapia. Definitivamente, el seny se ha esfumado de la vida política.


Ayer por la mañana el presidente de las Cortes, Jesús Posada , un conservador sensato y próximo a Mariano Rajoy , dijo que «el 9-N es la culminación de un camino que entre todos hemos hecho que sea equivocado». 
No sé si Posada sabía que el Gobierno a última hora de la tarde iba a solicitar al Consejo de Estado el preceptivo informe para impugnar «el proceso participativo» lanzado por el president Mas el pasado martes 14, cuando aceptó la suspensión de la consulta dictada por el Tribunal Constitucional. Entonces se rompió la unidad de las fuerzas políticas soberanistas. 
Tiene razón Posada . Es un camino equivocado. La primera víctima –esta irrelevante– ha sido mi recién acabado billete en el que comentaba el debate de ayer entre el catedrático Santiago Muñoz Machado , que aboga por una vuelta al Estatut del 2006 acompañado de una reforma constitucional, y el presidente del Consell Assessor per a la Transició Nacional, Carles Viver i Pi-Sunyer , en otro tiempo vicepresidente del Tribunal Constitucional (TC). En el billete argumentaba que Muñoz Machado hacía una propuesta provocativa, intelectual y políticamente, pero que no podía caminar sino venía respaldada por una propuesta en ese sentido del Gobierno de España. Pues no, el Gobierno no solo no asume esa iniciativa sino que se propone también impugnar el denominado «proceso participativo» lanzado por Mas 
Es un nuevo y grave error del Gobierno del PP porque emite una señal de intolerancia y cerrazón. Catalunya (hay multitud de encuestas) apoyaba la consulta. Quiere expresarse porque el TC ignoró su aprobación del Estatut del 2006. Pero es cierto que la consulta tal como estaba formulada –sin ser pactada como en Escocia y sobre todo con una absurda doble pregunta en la que no podías votar a la segunda si no decías sí a la primera– daba mucha base para un recurso de inconstitucionalidad. Y el «proceso participativo» de Mas es una chapuza. No tiene ninguna garantía democrática (ausencia de censo y organización controlada por voluntarios). 
Es más, la seudoconsulta sería solo una manifestación de los partidarios del sí-sí que irían a depositar una papeleta en una urna. Por eso como acertadamente indicó el notarioLópez Burniol no tenía ninguna repercusión legal. Era un negocio jurídico no ya nulo sino totalmente inexistente. Pero la libertad de expresión –incluso imaginativa– y de manifestación es la base de la democracia y declarar inconstitucional algo que no sería otra cosa que una manifestación sui géneris (y la válvula de escape de una parte significativa y muy irritada de Catalunya) es un grave gesto de falta de voluntad de diálogo con las fuerzas mayoritarias del Parlamento catalán (a mi juicio equivocadas pero mayoritarias). Es una deriva muy poco justificada hacia la respuesta autoritaria a una reivindicación. 
Mariano Rajoy ha vuelto a cometer un grave error. Respecto a Catalunya, quizá el mas grave desde que es presidente. No se pueden dar portazos inconsiderados ni matar moscas a cañonazos. Un gobernante tiene que saber torear , comprender… y pactar si es conveniente. Está visualizando que no es capaz. 
Un poco de ‘seny’ 
Tenía razón (desgraciadamente) la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC),Carme Forcadell , cuando pronunció el pasado domingo 19 –en plena crisis de la unidad soberanista– la frase que ayer recordaba Enric Hernàndez : «El Estado español, que nunca nos decepciona, también nos ayudará a seguir juntos hasta el final». Es triste constatar que al frente de Catalunya y de España hay dos presidentes legítimos y elegidos pero que no están a la altura porque no saben que dialogar no es imponer. Los ciudadanos nos merecíamos un poco más de seny .

martes, 7 de octubre de 2014

El federalisme s'imposa

Segons Metroscopia, un 47% dels catalans és partidari que Catalunya segueixi formant part d’Espanya amb noves i blindades competències davant d’un 29% que prefereix la independència i un 16% que prefereix l’actual situació.