Losantos degradado

La noticia ha pasado casi desapercibida pero no deja de tener trascendencia por su significado y trasfondo.

El estilo de hacer radio basado en el insulto a las personas, a las instituciones y a las ideas políticas que ha practicado durante años Federico Jiménez Losantos ha sido relegado a un segundo término. La Conferencia Episcopal Española no se ha atrevido del todo a despedirlo y lo ha relegado a otro programa de segunda fila en la propia cadena COPE, pero en definitiva le ha quitado el micrófono del programa de las mañanas. Falta ver si Fede tiene dignidad y se va, ya que ese es el mensaje subliminal de la decisión (con permiso de Rouco Varela y doña Espe).

Dicen las malas lenguas que la gota que ha colmado el vaso ha sido la crítica (en boca de Fede quiere decir insultos) al Nuncio del Vaticano en su reciente visita a España, y sobre todo por su entrevista con el Presidente Zapatero. Ni siquiera el todopoderoso Rouco Varela ha podido salvarle esta vez. Ya pesan más sus constantes enfrentamientos e insultos hacia el gobierno y el Presidente Zapatero, hacia el alcalde de Madrid Alberto Ruiz Gallardón (que consiguió que le condenaran por injurias), hacia los nacionalistas catalanes y vascos, hacia el propio Mariano Rajoy e incluso hacia obispos como el de Barcelona Martinez Sistach o el de Toledo Cañizares.

Es bueno que los medios de comunicación tengan su dosis de atrevimiento, de incisión en los temas de actualidad, amparados por la libertad de expresión ¡faltaría más!. Pero el estilo de hacer radio de Losantos degrada a la profesión, porque no busca el debate o la confrontación de ideas, ni siquiera transmitir la noticia, sino, el enfrentamiento y la polémica.