Han pasado ocho meses desde que el PP ganara las elecciones
generales y Rajoy asumiera la presidencia del gobierno, y lejos de mejorar, la
situación de este país parece caótica y sin control.
El paro aumenta, los impuestos suben y la economía se hunde.
Ante esta situación, Rajoy sale a la palestra y anuncia que es consciente de que
no está cumpliendo su programa electoral, pero que la culpa es de la situación
actual que le obliga a ello. Una de dos, o nuestro presidente es un
inconsciente o un incompetente, que no está a la altura del cargo que ocupa. ¿Es
que no era consciente de la situación que atenazaba a España y de las perspectivas
de futuro?. Pues eso, Sr. Rajoy es la principal misión de un político y de un líder.
Y esto lo digo yo, y también muchas otras voces, entre
ellas, cada vez más un sector importante del propio PP. Nunca jamás, un
presidente había dilapidado en ocho meses tanto soporte electoral, consiguiendo
que el 75% de sus votantes consideren su gestión mala o regular. Los medios
internacionales como el Financial Times o el Wall Strret Journal le han puesto
recientemente a caer de un burro, diciendo más o menos que es un inconsciente y
un irresponsable que no tiene claro el rumbo que ha de tomar nuestro país, que no toma las decisiones acertadas, y sobre todo, las toma a destiempo. El
problema es que el descrédito internacional de Rajoy va acompañado del descrédito
de España
Todavía colea en Europa su decisión de retrasar los
presupuestos tres meses para no influir en las elecciones andaluzas, y ahora,
se teme en esos mismos foros, que el rescate se retrase para no influir
negativamente en las elecciones vascas y gallegas, ya que esa petición irá
acompañada de lo que muchos ya venimos anunciando desde hace tiempo: la bajada
de las pensiones. Con este panorama, Rajoy mira más a los intereses de su
partido que al del país, siguiendo nuevamente la línea del engaño a la ciudadanía.
Al PP en estos momentos, le crecen los enanos. Hay un sector
potente y numeroso en su partido que le cuestiona más o menos abiertamente, los
medios de comunicación de la derecha no le dan tregua y le ha salido un
competidor con la reciente formación del partido de Mario Conde. Muchos
allegados suyos temen que haga bueno a Zapatero, que soportó momentos iguales o
peores, y que los ventiló con más acierto.
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