La cadena humana que ayer recorrió
Catalunya de Norte a Sur, organizada por la Asamblea Nacional
Catalana (ANC) fue un éxito. Un éxito de asistencia, de
civismo y respeto y una imagen de país moderno y civilizado proyectada al mundo.
Fue una manifestación festiva a favor de y en contra de nadie. Y no es fácil de
conseguir. Felicidades a los organizadores.
Ahora toca administrar esta situación,
que cada día se complica más y hace más difícil una solución pactada. La
irresponsabilidad de unos y otros ha llevado a desechar soluciones y
alternativas viables como la federal, que podría ser perfectamente la solución
a los problemas de Catalunya: reconocimiento de la nación catalana, de nuestra
identidad y nuestra lengua y un pacto fiscal que ponga fin a la injusticia
actual. Catalunya tiene prisa, anuncia la portada de El Periódico de hoy y ayer
quedó claro en el mensaje de la presidenta de la ANC Carme Forcadell:
“queremos referéndum en 2014 y con una pregunta clara”.
Yo estoy de acuerdo. Los catalanes
queremos votar ya y despejar de una vez las incógnitas que sirven de argumento
para formular discursos demagógicos.
Y el mensaje de ayer es que Catalunya
lo quiere todo. Ya no sirve que el president Mas negocie con el presidente
Rajoy ni tan sólo un concierto como el vasco, que hace un año hubiese sido
conseguir una utopía. Para una parte importante de catalanes, eso ya no seduce ni
es suficiente. Ya no podrá regresar de Madrid con un acuerdo bajo el brazo,
como hacía el president Pujol, y venderlo como un éxito. Catalunya ya no es
CiU.
Algunos menospreciaron al president
Montilla cuando en julio de 2010 alertó en Madrid de la desafección creciente
en Catalunya hacia España, la que no nos entiende ni nos quiere entender. http://www.lavanguardia.com/politica/noticias/20100716/53965597126/montilla-alerta-de-una-desafeccion-catalana-que-deberia-preocupar-al-gobierno.html
Si le hubieran hecho caso, tanto el
PSOE como el PP, seguramente no habríamos llegado a estos extremos, pero se le
despachó con aquello de “las cosas de los catalanes”.
O cuando el president Maragall hablaba
de federalismo asimétrico (tomado a cachondeo por tertulianos y medios de
comunicación de todos los colores, incluidos los catalanes) obstinado
después en reformar un Estatut que ampliaba nuestra dignidad como pueblo y mejoraba
nuestra financiación, sin dejar de ser solidarios, como corresponde a un
político de izquierdas. Y cuando el Tribunal Constitucional se lo cargó,
después de que el pueblo catalán lo refrendara en las urnas (eso debería estar
prohibido en una democracia) saltaron todas las alarmas en Catalunya y muchos empezaron a pensar que por la vía del diálogo y del respeto a las leyes no se conseguiría nada.
Desde la manifestación de julio de
2010 contra dicha sentencia, aquella en la que se insultó y agredió al president
Montilla por el simple hecho de asistir, las cosas no han hecho más que empeorar.
Y la crisis económica ha venido a agravar la situación.
En estos momentos, los partidos
tradicionales, especialmente los que han gestionado la política catalana autonómica y
local durante los últimos 30 años, es decir, PSC y CiU, están siendo arrastrados
por las circunstancias. Quedó evidenciado en las elecciones de noviembre de
2012 y, según las últimas encuestas, la situación va a peor. CiU tiene difícil
encaje en un discurso que la desborda: ERC lo tiene más nítido y no arrastra el
lastre de Unió.
ICV y el PSC están desorientados, y
éste último, además, dividido. Y eso lo palpa la ciudadanía, especialmente su
electorado. Mucho tendrá que batallar el PSC para abrirse hueco entre esos dos
extremos que hoy representan ERC y Ciutadans, para formular propuestas sensatas
que sirvan para desatascar este
embrollo. Creo que llegará el momento, más pronto que tarde, en el que las
tesis federalistas (puede incluso que se les llame de otra manera) se impondrán
como la solución, como el pacto. Y es importante que el PSC asuma su papel,
convenciendo al PSOE de que es la única salida, aunque para ello se tenga que
reformar la Constitución, como ya se ha dicho desde hace tiempo y que cada día
cuenta con más adeptos. Esperemos que a estas tesis que defiende Pere Navarro no les pase lo
mismo que a las de Maragall o Montilla. El próximo domingo en la Festa de la
Rosa del PSC, Rubalcaba tiene una gran oportunidad de aclarar este asunto con
contundencia. Con el PSOE ganado, el PP lo tendrá todavía más difícil en su
postura de enroque.
En cuanto al PP, todo apunta a que en
Catalunya será un partido testimonial, sin fuerza y sin discurso, porque sus
compañeros de Madrid deslegitiman con hechos cualquier acción del PP
catalán. La estrategia de Rajoy de no hacer nada, ya no sirve. Hay que tomar
decisiones y yo, lamentablemente, no lo veo. El “asunto catalán” puede ser la
estacada final para este líder político mediocre, que se enfrenta a la reforma
o ruptura de España, y eso significa que le darán por todos los lados. Aquellos
que han fomentado durante estos últimos años el anticatalanismo en el resto de
España como bálsamo de su subsistencia política (recurso contra el Estatut, la
lengua, financiación, etc…) ahora pagarán las consecuencias.
Llegados a este punto, y puesto que
todo el mundo está en disposición de exigir, yo exijo claridad, transparencia e
información durante todo este proceso.
Claridad en los planteamientos. Ya no
valen los subterfugios de “estructuras de estado o sinónimos” que emplea Artur
Mas en sus discursos y con los corresponsales extranjeros. Hay que hablar
abiertamente de independencia, si verdaderamente se quiere respetar el mensaje
que ayer se lanzó desde la
Vía Catalana. No se puede ni debe engañar a los ciudadanos.
Transparencia
en las acciones y decisiones que se llevan acabo. Si las reuniones políticas
han de estar fuera de la agenda oficial para evitar la presión mediática,
inmediatamente después se ha de informar de lo que se habla y de lo que se
decide. Ya no sirven los mensajes confusos que lo único que crean es desorientación y desasosiego entre los ciudadanos..
Información
veraz, abundante y plural por parte de personas que tengan cosas a aportar y
especialmente por los medios de comunicación públicos. Una verdadera
confrontación de ideas que propicie un debate sereno y donde se nos informe de
lo que significa de positivo y negativo el proceso de independencia. Este es el
mejor antídoto contra la
manipulación. Sin menosprecio hacia nadie y sin radicalismos,
de los que ya estamos cansados (los medios de comunicación mesetarios y sus
tetrtulianos son máquinas de hacer independentistas, cuyos exabruptos son
perfectamente ampliados por las tevetreses). Estamos cansados de que hieran
nuestros sentimientos, incluso a los que no somos nacionalistas.
Espero que no
se vuelvan a cometer más errores estratégicos. En Catalunya queremos votar y
decidir. Necesitamos que los ciudadanos de Catalunya podamos expresarnos en las urnas y
así, tener la certeza real de lo que representa cada opción. Será la
única y la mejor manera de desechar interpretaciones de encuentas, bailes de cifras de
manifestantes o especulaciones con las mayorías silenciosas.
Estoy
preocupado porque no tengo claro quién va a administrar todo esto.
4 comentarios:
un buen análisis Alcalde
se a ganado usted mi respeto
Completamente de acuerdo!
La relación Catalunya - España no es buena, pero la de España - Europa tampoco.
Creo, sinceramente, que a llegado el momento de plantear un cambio profundo de la Constitución que transforme y contemple la nueva realidad.
Felicitats Juan. Has analitzat molt be la situació. I el que te mes valor es que ho has fet desde el teu posicionament no nacionalista,però molt realista amb el moment que estem vivint.Totalment d´acord amb la cronologia que ens ha portat on estem a dia d´avui. Tot el meu respecte alcalde.
Enric Gené
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