Tal y como estaba previsto, el Pleno de constitución del nuevo consistorio, celebrado el pasado sábado, me proclamó como alcalde de Ripollet. La proclamación se produjo en primera votación al superar la mayoría absoluta de los votos necesarios.
El transcurso del Pleno fue ágil y sin sorpresas, aunque no falto de notas de emotividad, acorde con la solemnidad del acto. Después de la proclamación del alcalde, abrí un turno de palabras a los portavoces de las diferentes fuerzas políticas presentes en el Ayuntamiento.
En mi intervención, de carácter institucional, quise resaltar los objetivos principales de nuestro programa de gobierno, después del pacto con CiU, la transparencia como definición de nuestra forma de hacer política y nuestro compromiso de seguir mejorando y ampliando los servicios y equipamientos dirigidos a nuestros vecinos y vecinas. Asimismo quise hacer público mi compromiso personal y el del gobierno que represento en liderar el consenso con los partidos de la oposición en aquellas cuestiones estratégicas que afectan a nuestro municipio.
Siendo un discurso con un tono deliberadamente institucional, no puede sustraerme de hacer algunos comentarios a las intervenciones de los portavoces del PP y del COP, que aunque respeto, considero que no tocaban.
En primer lugar, quise dejar claro que la campaña electoral se acabó el pasado 25 de mayo, y que el tono de las intervenciones de estos portavoces, se parecían más a un acto de campaña que a un intervención en la constitución del Ayuntamiento. Alguien podría pensar por la radiografía que se hizo de Ripollet que las elecciones las hubieran ganado ellos, cuando en estos momentos tenemos un gobierno más amplio y fuerte que el mandato pasado. También hubo algún toque para deslegitimar el pacto PSC-CiU, como si de un fraude se tratara, apelando a las izquierdas y derechas y tratando de crear confusión que es en el ambiente donde este grupo se mueve mejor. Sin entrar en consideraciones de otros pactos en otros municipios, a nosotros, los socialistas no nos pueden dar lecciones de coherencia quienes están dispuestos a llegar un pacto entre COP-PP-CiU con el único objetivo de sacar a los socialistas del gobierno. Aquí es donde la dicotomía izquierda-derecha se transforma en obsesión antisocialista.
No podía faltar el toque de provocación en el Pleno, y éste se produjo cuando el cabeza de lista del COP anunció que ellos hablarían todos, no sólo el portavoz, saltándose las normas y los acuerdos establecidos. Finalmente, haciendo caso de mis reiterados requerimientos, sólo intervino el candidato, tal y como estaba previsto. Esto provocó que me acusaran de dictador, a lo que yo respondí en mi intervención que por acatar las normas, por respetar los acuerdos, nos llaman dictadores. Nosotros somos gente de orden y nos gusta respetar las normas.
Quiero expresar mi agradecimiento a todas aquellas personas que han permitido que tenga el honor de repetir de Alcalde, a los electores, a mis compañeros de partido, concejales y también al grupo de CiU por su talante positivo y negociador que ha hecho gala en la fase de negociación del pacto. Por último a mi familia, a mi mujer y a mis hijas, por estar siempre a mi lado, por su paciencia y por su comprensión por todos los momentos que me hubiera gustado estar con ellas y no he podido.